El recibidor o vestíbulo es un espacio de la casa, que puede ser un ambiente muy versátil, por ello se podrá ajustar a espacios diferentes, estancias amplias, pequeñas, espacios compartidos, zonas luminosas o más oscuras, siempre que escojamos el mobiliario y los complementos adecuados a las características de cada habitación se podrá conseguir un diseño del espacio con un resultado conveniente.
Hay un sinfín de ideas que podemos poner en práctica para renovar la decoración de un recibidor, y siempre sin dejar de lado la funcionalidad de esta estancia.
Si, por ejemplo, buscamos reemplazar en el recibidor o vestíbulo, un mueble zapatero, una alternativa también práctica son las canastas o cestas de fibra o cajas, que podrás ubicar en cualquier sector del recibidor, formar una columna con ellas, o bien, disponerlas una junto a la otra, formando una fila.
Las canastas o cajas se pueden conseguir en diferentes materiales, madera, fibras vegetales, plástico, cartón y también se ofrecen en formas y medidas diversas. Es por esto que se presentan como una alternativa práctica que se ajusta a todo tipo de composiciones y espacios, en un recibidor.
También hay una serie de trucos que permiten crear ambientes armoniosos. Uno de estos trucos para la decoración de recibidores, indica que el área que se define entre la cabeza y las rodillas, es la zona que visualmente deberíamos mantener más desahogada, limpia y despejada de la visual.
De este modo se pueden aprovechar el uso de estantes o baldas, percheros altos, y en la parte más baja, es decir, debajo de la altura de las rodillas, se podrían ubicar taburetes o bancos bien bajos, que se utilicen para almacenar paraguas, zapatos, en fin, todo aquello que resulte cómodo guardar en el recibidor o vestíbulo de nuestro hogar.
Siguiendo algunos sencillos consejos de decoración, el recibidor se transformará en una habitación práctica, cómoda y estéticamente agradable.
Fotos Decoración: remodelista, desiretoinspire
Yo me acabo de hacer uno igual. Para la mesa/banco he utilizado una traviesa antigua de tren. El espejo me lo hizo el cristalero de mi pueblo con las mismas medidas que el madero. Lo más complicado fué encontrar el cesto de mimbre, pero al final lo encontré por internet