Esta cocina con sectores de las paredes en ladrillo visto, adquiere una seña particular, y es una propuesta que invita a personalizar un espacio del hogar, a partir de elementos fijos que integran la estructura.
El ladrillo ofrece un acabado rústico que imprime carácter a cualquier habitación en una casa contemporánea. Lo cierto es que este revestimiento que posee un acabado irregular y de estética simple, se puede encontrar en fachadas o zonas exteriores, pero es también una tendencia incluirlo en interiores.
En una estancia con un único muro de ladrillo visto se convierte en un acento, o como en este caso, en donde un pequeño sector con este material, irrumpe en la pared blanca y define un dibujo singular que es a su vez otra forma de destacar esta superficie.
En esta cocina, la zona alta de la encimera acompaña con el mismo revestimiento. Pues asoma entre las paredes claras una franja de ladrillos que aporta su particular impronta de guiño rústico.
Foto Decoracion: stadshem