La cocina de cualquier casa contemporánea se puede transformar en un espacio acogedor, agradable y con el atractivo que le imprimen los detalles personales. Te mostramos una propuesta en la que cobra especial protagonismo el estilo vintage, y que de la mano de pequeños detalles consigue crear un ambiente único y funcional.
En cualquier cocina es necesario contar con artefactos, una superficie de trabajo y zonas especificas, como la de lavado o de cocción. Además de incorporar los accesorios que faciliten las tareas, como sartenes y ollas, y de incluir el espacio de almacenaje para todo ello y donde en ocasiones también se guarda el menaje y la vajilla.
En esta cocina se incorpora con naturalidad un comedor, en ambos la impronta vintage está presente, y es la encargada de dar nueva vida a objetos que a veces quedan olvidados, en desuso. En este caso se propone volver a reutilizarlos, otorgarles una nueva oportunidad e incorporarlos a la vida cotidiana de este hogar.
En cada rincón se ha hecho una apuesta a este estilo, se consigue así una atmósfera que mezcla carácter y una interesante cuota del encanto que ofrecen los objetos con historia.
Esta cocina y comedor es un ambiente tranquilo y relajado, con ventanas que dejan que la luz se cuele al interior y se refleje sobre cada elemento, entre los cuales se cuentan muebles que los dueños de casa han recopilado en diferentes partes del mundo.
Estos accesorios y piezas de mobiliario, que son verdaderos hallazgos de mercados de pulgas, rastros y tiendas de antigüedades son los encargados de enriquecer la decoración, de aportar un sello único y de, al mismo tiempo, aportar su practicidad cada día.
Una colección de cerámica vintage expuesta en una alacena o en baldas, es una idea que puede resultar tan decorativa como práctica, por lo que es ideal para añadir un guiño personal a una estancia de la casa.
Click sobre las imágenes para ampliar:
Fotos Decoracion: designsponge