El color blanco es tan puro y simple, que resulta una muy buena opción para ambientar el dormitorio de los niños. A la simplicidad del blanco, se le pueden añadir destellos de color en los accesorios o en la ropa de cama, buscando la combinación que más nos guste.
Encontré una galería de fotos de un hotel en Austin, Texas. Es el hotel Saint Cecilia, que tiene unas habitaciones con detalles de glamour y color que realmente vale la pena conocer.
No me pude resistir a hacer un post con estas hermosas lámparas. Las tres arañas son encantadoras, aunque la primera adornada con flores de color blanco, amarillo y tonos verdes es una opción divertida, mientras que la segunda en predominante color negro tiene un aire elegante.
La mezcla de muebles y accesorios decorativos clásicos con piezas modernas le dan un sofisticado estilo lúdico al dormitorio, por su parte, los cabeceros de las camas pintados en colores vibrantes hacen más interesantes las habitaciones, sobre todo los cabeceros de época aportan un toque vintage al ambiente.
La habitación de un niño creo debe ser divertida y lo máas creativa posible, y añadir pizarras, arte, libros que sirven para decorar además, y lo más importante, es una forma de incentivar el aprendizaje de los niños, estimulándolos desde su propio espacio.