El espejo de esta imagen, es el simple detalle que nos muestra que se puede crear un rincón elegante y romántico en algún ambiente de nuestro hogar. El encanto de este sencillo arreglo se consigue valiéndose de unos pocos elementos, entre ellos el espejo es el más vistoso, claro está que a mi criterio personal.
El espejo tiene una figura delicadamente torneada, lo que lo convierte en una pieza muy decorativa, y que suma elegancia. Es sencillo, ni siquiera tiene un marco, como ocurre habitualmente con cualquier espejo, y creo que está bien, no lo necesita, es que precisamente su fisonomía lo es todo.
A cada lado del espejo, se han dispuesto unos destellos de color rojo, representados por flores naturales y una ínfima lámpara de mesa, muy delicada por cierto.
Creo que los tres accesorios decorativos han sido elegidos acertadamente, y colocados de una manera armoniosa, y esto nos puede servir de inspiración para crear un rincón romántico sobre una mesa de sitio, una consola, una chimenea, en la encimera de un baño, o por qué no en un recibidor.
Algo más, que he notado en esta imagen, es que la combinación de materiales, ayuda a iluminar el espacio. Ese pequeño espacio que ocupan estos elementos, es un espacio luminoso, y frágil, pues el cristal de los accesorios y el espejo son elementos que aportan transparencia y ligereza visual al ambiente.
Imagen: remodelista