Una sorprendente transformación puede tener un simple jarrón con tan sólo unos pasos y pocos materiales, para convertirse en una renovada pieza con un toque rústico para crear un bonito y creativo rincón en cualquier estancia.
Se puede conseguir un nuevo jarrón con un guiño rústico, hace falta buscar alguno que quizás ya no te guste o bien porque simplemente te atraiga la idea de renovar su aspecto, luego con un trozo de tela de saco habrá que envolverlo y rodearlo con un cordón, para sujetarlo.
Se consigue un efecto encantador sobre un objeto, como un sencillo frasco o un jarrón que talvéz no sea muy bonito, rodeándolo con un retal de tela que nos guste y que añada un aire fresco a la decoración de un ambiente.
Foto Decoracion: http://tinywhitedaisies.tumblr.com/