Esta pequeña habitación está llena de verano, los tonos que se mezclan con algunos accesorios, crean un ambiente fresco y con estilo.
El color del mar y mucho amarillo, unos toques de blanco, una esfera de mimbre, se combinan con un tronco que hace las veces de mesilla y una lámpara, que son el guiño fresco y orgánico de la decoración de esta estancia.
En este dormitorio de verano, todo invita al rélax.
Las dos camas individuales cubiertas con mantas con diseño de lunares, son todo delicadeza y los mosquiteros que cubren sus cabeceras, no hacen más que sumar encanto a este espacio.
Vía: houseofturquoise