Un color brillante, alegre y luminoso, el amarillo invita a decorar con él e integrarlo a los interiores para añadirles una cuota de actualidad y mediante miles de alternativas, que se adecuan a cualquier estilo, en todas las estancias y rincones de una casa contemporánea. En esta ocasión, el protagonista es el dormitorio, un espacio que se viste con unas simpáticas pinceladas de color.
Una forma de incorporar el color amarillo en el dormitorio es a través de los textiles, la ropa de cama, como sábanas, fundas de cojines, mantas y edredones, también visillos y alfombras. Además con unos accesorios decorativos como un jarrón, una lámpara o cuadros, podemos renovar rápida y fácilmente el ambiente, sin comprometer nuestro presupuesto.
Si prefieres un cambio más radical, apuesta a pintar una pared o una zona del dormitorio con un tono de amarillo, preferentemente en un matiz suave para que no resulte agobiante, y por el contrario, permita añadir calma y serenidad a la atmósfera de la habitación.
Anímate a actualizar un mueble, como puede ser la mesa de noche, pintándola con un tono amarillo, conseguirás darle un sello totalmente personal a la decoración de la estancia. Incluso otra opción es crear una composición con diferentes matices, pintando la cama en uno suave y empolvado, mientras que uno más vibrante para una cómoda o una mesilla u otros accesorios.
Completando el esquema cromático con blanco como base, se consigue un espacio luminoso, sobrio y con el acento «lemon fresh» como un punto personal.
Foto Decoracion: novateasesora