La paleta de colores que se ha escogido para este dormitorio resulta agradable y equilibrada, se encarga de vestir con elegancia la figura de los muebles de silueta clásica, aporta claridad y un aire romántico a este interior. Se trata de un dormitorio clásico que con toques actuales en la decoración consigue realzar su belleza y crear rincones interesantes.
La cama con un alto respaldo en capitoné, cubierta por sábanas, mantas y cojines, consigue mayor protagonismo con este conjunto de textiles con diseños delicados y con unas notas florales, las que suman un guiño romántico al ambiente.
Tonos neutros como el gris y notas de tonos pastel como el color salmón, se encargan de dotar de vitalidad a una habitación en la que las líneas clásicas del mobiliario aportan carácter y define una estética sofisticada.
Aportan luminosidad al espacio y al mismo tiempo resultan muy decorativos los espejos, que en este caso se han utilizado para revestir muebles, como una mesa de noche y una consola, o para decorar las paredes. Un espejo redondo y otros con formas de mariposas, se distribuyen en la pared principal de la habitación, creando un punto focal y sumando personalidad al ambiente.
La lámpara de araña es todo acierto si buscamos un efecto de sofisticación, mientras que las cortinas que combinan dos colores, los protagonistas del esquema cromático, es otra idea atractiva para sumar calidez.
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