Un grupo de colores pueden convertirse en las estrellas de un espacio, ofreciendo belleza y efectos ópticos únicos. Tomando como base un esquema neutro y añadiendo unas pinceladas de tonos intensos y brillantes, es posible recrear en un ambiente un guiño especial.
Una pared gris que incluye en el mismo plano una gran chimenea, encuentra un divertido contrapunto en el color amarillo que se ha elegido para pintar esta zona. Un cuadrado pintado en un alegre color, enmarca el dibujo que ofrecen las llamas cuando la chimenea está en funcionamiento.
Solo eso, un poco de color, es el encargado en destacar un punto específico de una estancia, y dotar a la decoración con un sello personal.
Estamos mas acostumbrados a que los techos de cualquier habitación de una casa contemporánea se pinten en alguno tono claro, como es la gama del blanco. Esta opción si bien es la más tradicional, no es la única, y vemos como cuando se escogen esquemas coloristas, un interior cobra un nuevo estilo.
Verde oliva puede ser la opción que elijas para la pintura del techo, conseguirás una sensación óptica diferente, que este área se convierta en un punto de atracción. Podemos elegir entre múltiples alternativas, un color desenfadado, juvenil, sobrio o elegante para la pintura que visten las paredes u otras superficies de un interior.
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Foto Decoracion: laostudio