En la decoración el color cumple un importante papel, es uno de los elementos que incide sobre la percepción del espacio, sus proporciones, y el estado de ánimo de las personas. A través de la elección de colores para cada estancia es posible componer distintas atmósferas, pues según sean cálidos o fríos se consiguen ambientes vibrantes o relajantes.
Las posibles combinaciones de colores son muchas, conocer la mejor forma de aplicarlas dará como resultado interiores atractivos y armoniosos, te mostramos ideas sobre cómo usar el color en la decoración.
En la naturaleza que nos rodea el color nos muestra mezclas agradables, como en el mar o en el campo, y de ellas podemos rescatar ejemplos para decorar interiores.
En una casa debemos buscar equilibrio entre el esquema cromático y el estilo que escogemos, así como entre los colores y las dimensiones de cada estancia, pues cada color y sus combinaciones, afecta la percepción del espacio.
Para casas o apartamentos espaciosos podemos usar un esquema cromático para cada habitación, buscando coincidencia en zonas que unen el espacio, es decir, en los puntos de unión como el suelo y las paredes.
Mientras que en viviendas que cuentan con espacios reducidos es recomendable que la gama cromática elegida sea la misma para todos los ambientes, y variando las tonalidades para dotar de personalidad a cada uno.
En cuanto a los efectos que podemos conseguir con los colores en un interior, por un lado los colores fríos como el verde y el azul, son ideales para dar una sensación de mayor amplitud, pues aparentan alejarse de la vista.
Por su parte, los colores cálidos como rojo y naranja, se acercan visualmente, creando sensación de proximidad, acercando las paredes al contrario de los fríos que incrementan esa distancia visual, es por ello que éstos últimos resultan más convenientes aplicarlos en espacios pequeños.
Teniendo en cuenta esta variedad de efectos que se pueden conseguir, es que podemos jugar con las gamas cromáticas para imprimir atmósferas particulares a cada habitación.
En habitaciones grandes, cuando queremos crear un ambiente acogedor y que un techo alto no parezca tal, una solución es usar un color más oscuro que el de las paredes, y para lograr el efecto contrario, debería ser un color más claro.
Los colores claros son ideales para potenciar la luminosidad de una estancia, por ejemplo aplicándolo en las paredes, en los muebles y con pinceladas de otros colores en detalles y accesorios decorativos. También son recomendables para habitaciones pequeñas, dado que imprimen un efecto óptico de espaciosidad.
Los colores cálidos dan vida a grandes estancias, crean ambientes agradables e íntimos, y se recomienda usarlos en pasillos largos y espacios amplios, para aportarles más calidez.
Fotos Decoracion: digsdigs