Cuando aparece algún elemento hecho con tejido de punto, como puede ser una sencilla bufanda o un tapete, quizás su presencia nos evoque una pieza hecha por nuestras abuelas. Es que el ganchillo nos evoca momentos del pasado, pero lo cierto es que no ha perdido vigencia, y por el contrario, es una tendencia en decoración actual.
En interiores contemporáneos, el ganchillo sigue presente, con total versatilidad permite llevar a los ambientes un sinfín de oportunidades para decorar con calidez, creatividad y un guiño personal.
La tendencia de introducir muebles y accesorios vintage a los espacios, también nos trae esos toques de crochet tan atractivos y acogedores. El tejido en ganchillo es perfecto para sumar texturas bonitas, color y diseño a cualquier estancia de la casa. Para las manos mas entrenadas es posible realizar todo tipo de labores para el hogar, desde fundas para los cojines de la sala hasta una colorida manta que vista una cama.
El ganchillo se puede aplicar a complementos textiles como en toallas o sábanas, sumando delicadas terminaciones a modo de encaje o puntilla, un recurso ideal para dar carácter a estos accesorios, mediante técnicas sencillas y labores rápidas. Los tapetes se han convertido en el inicio de muchos proyectos, pues uniéndoles y formando diferentes piezas, incluso enmarcándolos para crear accesorios que decoren rincones divertidos, o como detalles que inspiren recuerdos y formas del pasado.
Para decorar con el encanto del crochet hay miles de opciones, entre ellas crear tus propios accesorios o bien elegir entre la diversidad de productos que se pueden conseguir en tiendas como Zara Home, como cojines, mantas, individuales, y detalles que se adaptan a todas las estancias del hogar.
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