Al momento de decorar un espacio la estética no es el único elemento a considerar, pues para resolver un espacio también es importante considerar otros factores, algunos de los que se convierten en una limitación, como puede ser contar con pocos metros cuadrados. Por lo que todo aquello que nos gusta para una habitación deberá coordinarse y procurar que un conjunto equilibrado y armonioso.
Existen algunos recursos decorativos que nos pueden ayudar a conseguir un espacio en el que se equilibre la función con la belleza. Un elemento ideal para crear efectos que potencian la sensación de espaciosidad o la luminosidad, son los espejos.
Los espejos se convierten en grandes aliados en interiores, dotándolos de vida y dinámica, es interesante incorporarlos en espacios pequeños pues ellos incrementan la sensación de amplitud visual. Disponerlos en los lugares correctos de la estancia es la clave para rentabilizar su presencia.
En un dormitorio o un vestidor se pueden colocar en las puertas de los armarios, como una forma de aligerar el importante peso visual de estos muebles. Al mismo tiempo resultarán muy útiles y funcionales en estas estancias.
Colgándolos en una pared o apoyados sobre otras superficies opuestas a ventanas u otras entradas de luz, conseguiremos que la luz se múltiple por toda la habitación, y luzca como un ambiente más luminoso y con más sensación de espaciosidad.
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