Cuando vi este par de fotografías en el blog Brabourne Farm, me gustaron apenas las tuve frente a mis ojos. Me parece que hay en estas imágenes una buena idea para decorar algún espacio de la casa, al que le esté faltando un poquín de color, o esté un algo lánguido.
Lo mejor, es que es una idea para ponerla en práctica muy rápido y sin demasiados elementos.
Básicamente consiste en unir varios objetos del mismo color, o dentro de la misma gama, también combinando texturas. Esto permite destacar un rincón y le suma interés al ambiente.
Aquí, se han reunido sillas, libros y algún detalle más, que tiene principalmente color rojo, y toques de blanco. A mi esta última combinación me gusta mucho, es una de mis preferidas.
En la primera imagen, hay una silla roja, libros con tapas rojas, una taza y plato en ese color, mientras que el detalle de frescura lo ponen unas flores. También podriamos usar en lugar de libros, revistas o cuadernos.
Para la última fotografía, se prefirió destacar la pareja rojo y blanco, formando un conjunto alegre con una silla, un cojín, que mezclan divertidas estampas, y libros.
Una taza de té, es lo que se usó como detalle, pero que yo personalmente no me confiaría de dejarla allí. La reemplazaría con algún otro accesorio, no tan frágil, pues creo que una taza corre el riesgo de que se caiga, y por consiguiente pueda romperse. Talvéz usaría una cajita de madera, flores de tela, una manta, algo que me guste mucho.
Vía: brabournefarm