Aunque un recibidor tenga una decoración sencilla, y mediante la cual no se buscó generar impacto visual, es poco probable que este sector de una casa pase desapercibido, dado que es el primer sitio que pisamos cuando ingresamos a un hogar.
Existe la salvedad, claro está, para aquellas viviendas en las que se ingresa directamente al salón, a la cocina o a alguna otra estancia y no cuentan con recibidor.
Es por eso, que aunque se trate de un sitio de paso, lo conveniente es cuidarlo y prestarle tanta atención, en el estilo que se le defina, como al resto de los espacios de una casa.
Creo que una buena forma de comenzar a elegir las piezas de mobiliario que formen parte de un recibidor es optar por aquellas que además de gustarnos estéticamente que cumplan una función.
El recibidor es el lugar donde habitualmente dejamos abrigos, llaves, bolsos y carteras, también zapatos y paraguas, por ello es que sería funcional tener en este lugar el mobiliario que sirva a este fin. Un perchero, una consola, un paragüero y un zapatero son algunas de las piezas que pueden resultar súper útiles en un recibidor, claro que el tipo y cantidad de piezas dependerá de los hábitos de cada casa y del espacio disponible.
Los accesorios y complementos decorativos también pueden formar parte de este ambiente. Un bonito jarrón con flores, una planta, un cuadro o un grupo de ellos, son algunos ejemplos, y para mí, hay algunos que son muy prácticos además de decorativos: un espejo (infaltable), una alfombra o tapete, y una lámpara colgante sería genial.
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