Rojo y blanco, con toques de azul claro son los colores que le dan vida a este alegre recibidor.
El suelo es especialmente llamativo, es una especie de tablero de ajedrez en color rojo y blanco que otorga a este ambiente una sensación de frescura.
El azul claro modera la intensidad del rojo, que es el componente en la decoración de este recibidor que más se destaca. Está en tres de los cuatro muebles que forman parte del espacio, como antes mencioné en el suelo, y hasta la puerta de ingreso está pintada en este brillante tono.