Decorados en colores fríos y neutros este salón y cocina integrados forman un conjunto de total actualidad, en el que la funcionalidad se acompaña por el estilo del mobiliario y la calidez de los accesorios decorativos.
En un espacio diáfano la cocina y el salón se han integrado, formando un espacio con personalidad, práctico y cómodo, en el que se pueden desarrollar múltiples actividades. Cocinar en un ambiente con todas las comodidades que requiere la vida urbana, mientras compartimos charlas con familia y amigos, en una zona de estar amplia y pensada para ofrecer una atmósfera acogedora, es la propuesta que nos trae este interior en una casa contemporánea.
La elegancia se hace presente en este interior, se expresa mediante el conjunto de muebles que se integra con piezas clásicas como es un gran sofá con tapicería Chesterfield, se suma al salón una mesa de centro con particular figura. Mientras que en la cocina, unos taburetes estilizados de madera acompañan la isla central, la que forma parte de un mobiliario de líneas puras y simples, que además de su estética moderna ofrece un extenso y útil espacio de almacén, elementos indispensables para tener una cocina de estética limpia y organizada.
El esquema cromático está protagonizado por tonos neutros y fríos, el gris predomina y en compañía del azul crean un juego de sobriedad y solemnidad, y que recibe un guiño de calidez gracias a la presencia de la madera, material elegido para algunas piezas de mobiliario.
Las texturas de la tapicería del sofá, la alfombra y los cojines completan una atmósfera acogedora y decoran con toques personales este espacio.
Foto Decoracion: achadosdedecoracao